jueves, 31 de enero de 2013

LAS EMOCIONES Y NUESTRO CUERPO A TRAVÉS DE LA FEMINIDAD


¿Por qué hoy es importante para nosotras conectar con nuestra feminidad?
Debido al estilo de vida actual, me encuentro con muchas mujeres que se 
preguntan qué fue de su feminidad, y se sienten perdidas a la hora de 
reconectar con ella. Sentimos que lo que estamos haciendo es competir
con los hombres (laboralmente y en nuestra vida personal) y ello nos aleja
cada vez más de la aceptación de ser mujer.
Al final, esto expresa en nuestro cuerpo, nos cuesta mover de manera
armoniosa las caderas, e incluso renegamos de las formas de nuestro 
cuerpo. Por otra parte, otras mujeres inseguras se hacen retoques una 
y otra vez para agradar. Nos educaron para eso, para agradar, 
y ahora debemos “educarnos” de nuevo. 
Así, sentimos una parte en la que queremos ser fuertes y guerreras, 
y por el otro femeninas. No tiene que ver una cosa con la otra, puedes ser 
las dos cosas, sólo hay que saber equilibrarlo.
Por la vida moderna, renunciamos a muchas cosas: a tener hijos cuando 
nos apetece, a darnos tiempo a nosotras mismas…está bien cuidar a los 
demás, pero no renunciando a cuidarnos a nosotras mismas. 
En cuanto a la renuncia de la feminidad, nos trae problemas en cuanto a 
nuestros órganos genitales, y las partes representativas de la 
feminidad (caderas, pecho...) Esto es una evidencia de que nuestro 
cuerpo no está relajado. 
Es importante volver a conectar con nuestro cuerpo, pero en vez de esto, 
la mayoría del tiempo nos lo pasamos luchando contra él. Además, 
también nos hemos desconectado de la intuición, otra gran aliada nuestra 
a la que hemos aprendido a no dar importancia.
A nivel energético, todo esto se nota. Cada vez nos sentimos más y más 
agobiadas con nuestra vida, e inconscientemente puede que le echemos 
la culpa a haber nacido mujer, pero cuando reconectas con tus ciclos, 
con tu intuición y recuperas tu energía, te sientes más poderosa y 
disfrutas de tu complejidad y feminidad. Quizá por este motivo nos va 
bien conectarnos con el poder Lunar, así podemos seguir determinados 
ciclos.

Veamos los bloqueos más comunes en las mujeres y establezcamos 
correspondencias con los chackras:

Comenzando por los pies, representantes de los chakras secundarios 
del primero, el chackra raíz. Aparte de las malas posturas y la 
inseguridad al caminar, muchas mujeres tienen dolor en las rodillas. 
Piernas y pies se asocian a la dirección que queremos tomar en nuestra 
vida. El primer chackra representa la seguridad, si nos sentimos inseguras 
nuestro caminar también lo es. 

También muchas mujeres sufren de estreñimiento, relacionado con el 
apego. El apego suele suceder cuando no nos sentimos seguras y 
necesitamos apegarnos a algo o alguien, algo por desgracia habitual en 
mujeres que se sienten inseguras de sí mi mismas. También los riñones 
son parte del primer chackra.

El segundo chackra, situado por debajo del ombligo, es el asociado con 
la creatividad y el sexo. En este chackra se dan las cualidades de compartir 
la intimidad y la creatividad para llevar adelante nuestra vida. También la 
maternidad se encuentra en este centro. Si no nos sentimos seguras (lo 
cual viene del 1r chackra) ni nos sentimos preparadas para los cambios 
y el compartir, puede que inconscientemente rechacemos nuestra 
maternidad. Muchas mujeres desean tener un hijo pero al mismo tiempo 
piensan que las pueden echar del trabajo o no tener más oportunidades 
laborales, no saben cómo se van a organizar porque no tienen tiempo, y al 
final o bien no se quedan embarazadas o hay algún aborto espontáneo. 
También se asocian a esta energía los problemas con la regla o en los órganos 
genitales, algo muy común hoy en día.

Aquí se encuentra también la sensualidad,  aparte de la sexualidad. Sensualidad 
viene de sentidos. Una manera de entrenar nuestra sensualidad es tan sencillo 
como un masaje con crema, tocar nuestra piel, entrenar nuestros sentidos con 
un baño de esencias. Esto a su vez toca la creatividad y la sexualidad. 
A veces nos dejamos sin darnos cuenta y cosas tan sencillas como éstas 
pueden cambiar otros aspectos de nuestra vida o darnos otra perspectiva y 
ayudarnos a vernos a nosotras mismas como una persona valiosa.

Además, de vez en cuando hacer algo así, nos ayuda a tener pensamientos 
elevados, ya que normalmente, por muy espirituales que seamos, nos 
dejamos arrastrar por la monotonía: ahora hay que hacer esto, luego aquello…y
no nos detenemos ni a pensar. En los momentos en que practicamos estos 
sencillos consejos vivimos el momento presente y nos paramos a pensar (o 
simplemente a sentir, lo cual ayuda a desarrollar nuestra intuición).

El tercero, es el chackra del poder personal: necesitamos un centro fuerte 
para llevar adelante nuestros proyectos. Pero si ponemos demasiada energía 
podemos volvernos controladoras y ser presas de la ira. Al contrario, si 
tenemos un 3r chackra débil, estamos indecisas y por tanto no podemos ser 
responsables de nuestra propia vida, pues suelen ser los demás quienes 
decidan por nosotras.

En el pecho encontramos 
el cuarto chackra, 
donde se encuentran la 
compasión y el amor. A 
menudo y desde mi 
experiencia, el problema 
no se encuentra en el 
amor que enviamos hacia 
fuera, sino desde 
dentro hacia fuera. Asi, 
hay mujeres que ofrecen 
su amor y se dedican a 
los demás, pero no se 
quieren a sí mismas, 
lo cual no funciona, ya 
que con el tiempo, estas 
mujeres no tienen 
sentido de sí mismas, 
se sienten como si no 
tuvieran vida propia y 
a veces acaban con depresión.

Por proximidad encontramos el 5º chackra, el de la comunicación. 
Normalmente, las mujeres tenemos la habilidad sobre los hombres de comunicarnos 
mejor a nivel hablado. Sin embargo, por educación  o herencia cultural, nos 
sentimos cohibidas de expresar determinadas cosas. Así, yo he visto muchas 
mujeres con problemas en el cuello, afonías, etc., ya que han dejado de decir 
cosas que querían expresar.

En cuanto a la intuición, se encuentra en la glándula pituitaria, el lugar del 6º 
chackra, la zona del entrecejo. Éste es el centro de la intuición, 
de la cual desgraciadamente nos hemos desconectado.

Aprender a ser más intuitiva es relativamente fácil, sólo nos tenemos que hacer 
caso más a menudo y no ser tan racionales ni pensar con la mente de 
los demás. ¿Cúantas veces nos ha sucedido algo y hemos acabado pensando 
"si hubiera hecho caso a mi intuición"?

Y dicho todo esto, podéis ver cómo el cuerpo nos da mensajes, sólo debemos 
pensar en qué mensaje nos está regalando, pues éstos nos pueden ayudar a 
saber qué aspecto de nosotras debemos trabajar.

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